Comunidad oyente
La comunicación es fundamental para el
desarrollo social del ser humano. Entre las diversas formas de comunicación, la
expresión oral es la más común y acompaña a la persona, como herramienta de
participación, durante toda su existencia. Cuando el habla se ve impedida, la
posibilidad de alcanzar una verdadera realización social se reduce de manera
importante.
La sociedad debe comprometerse en la
difusión de la lengua de señas entre las personas oyentes. Es por ello que este
lenguaje tiene un diccionario que contribuye a ello y fomenta una cultura
incluyente.
Para lograr la participación plena
de las personas sordas en el entorno social, es necesario facilitar su
interacción con la comunidad y aportar todos los medios para proporcionar- les
una comunicación eficaz y fluida. La herramienta básica en la consolidación de
este proceso es la lengua de señas.
López García, L. A., Rodríguez Cervantes, R. M., Zamora
Martínez, M. G., & San Esteban Sosa, S. (2006). MIS MANOS QUE HABLAN:
LENGUAJE DE SEÑAS PARA SORDOS. México: Trillas
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